LEÓN - SANIDAD
Jueves, 6 de Febrero de 2025

El Colegio de Veterinarios de León traslada a Agricultura su desacuerdo ante los cambios en la regulación del uso de antibióticos

ICAL - Pide la suspensión cautelar del nuevo sistema hasta que se implemente uno nuevo “que respete siempre la libre actuación los profesionales”

El Colegio Oficial de Veterinarios de León remitió esta semana una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para trasladarle el “desacuerdo, malestar e inquietud general” de los profesionales clínicos de animales de compañía ante los cambios normativos en el uso de antibióticos en la práctica veterinaria.

En la carta enviada al ministro, el Colegio recordó que los veterinarios clínicos de pequeños animales “son los primeros interesados en garantizar el buen uso de los medicamentos veterinarios y en especial de los antibióticos”, por lo que advirtieron los “numerosos problemas que está suscitando el sistema Presvet, que genera una gran carga administrativa”.

En este sentido, detalló los principales escollos con los que se encuentran los profesionales desde la entrada en vigor en enero de la nueva normativa. En primer lugar, señalaron que limita la toma de decisiones basadas en el criterio profesional, “sin tener en cuenta que la elección del antibiótico o tratamiento adecuado en cada paciente debe ser del profesional veterinario”.

“Aunque el sistema Presvet no va contra el criterio clínico, obliga a justificar la necesidad de uso de cada antibiótico a pautar primero un antibiótico del grupo D, si no funciona del grupo C y así sucesivamente, lo que puede derivar en que un proceso patológico grave o urgente que se podría haber solucionado con unos días de un determinado antibiótico o combinación de varios”. Por este motivo, reprocharon que la nueva norma “crea riesgos para la vida del paciente al impedir tomar decisiones de forma rápida y justificada”.

De igual forma, denunciaron que el sistema Presvet “lleva aparejado en la ley un régimen sancionador desproporcionado y profundamente injusto, criminalizando al veterinario por simples errores administrativos”, por lo que pidieron una “revisión racional de las sanciones” que “generan miedo, limitan el criterio clínico y convierte a los profesionales en meros administrativos de un protocolo estándar que en la mayoría de las ocasiones no es efectivo, práctico e incluso puede ser contraproducente para la salud de las mascotas”.

Asimismo, señalaron que el nuevo sistema tiene “costes inasumibles para propietarios”, de forma que “si un cliente rechaza pruebas necesarias y el tratamiento con antibióticos del grupo D no es efectivo, no hay margen de actuación”. Además, aseguraron que “genera problemas en la gestión de los excedentes de medicamentos, que no hay una integración completa con los programas de gestión veterinaria y que dificulta la trazabilidad de los tratamientos inyectables”.

Por todo ello, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de León solicitaron que se modifique el sistema o se diseñe un sistema alternativo “que permita un control real y efectivo del uso de antibióticos”. Mientras tanto, solicitaron que se suspenda el sistema Presvet de modo cautelar hasta que se implemente uno nuevo “adaptado a la realidad de la clínica veterinaria de las mascotas, que permita y facilite su integración con los sistemas de gestión de las clínicas y que respete la libre actuación de los profesionales veterinarios”.

La institución profesional exigió también que el nuevo sistema “sea más eficiente y compatible con la práctica clínica diaria”, controlando a los distribuidores de los antibióticos suministrados, revisando los tratamientos empleados mediante los historiales clínicos, “como ya se viene haciendo desde hace años”, y “confiando en las buenas prácticas de los veterinarios y en el cumplimiento de su código deontológico”.