Miriam Chacón /ICAL - Isabel Gutiérrez, presidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina de Familia y Comunitaria
VALLADOLID - SANIDAD
Domingo, 18 de Mayo de 2025

Isabel Gutiérrez: “Hago lo que me gusta, pero no como me gusta”

S. Calleja - La presidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria reclama reformas urgentes para salvar la Medicina de Familia, que está “en crisis”

Ser médico de Familia va, y mucho, de vocación. Implica tratar con las personas desde la cercanía, la confianza y el compromiso. No consiste solo en diagnosticar o recetar, sino de acompañar, escuchar y entender a quien tienes delante, con su historia, su contexto y su fragilidad. Así lo explica, y lo vive, la presidenta de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (SocalemFyC), Isabel Gutiérrez, quien no duda en defender la Medicina de Familia como una de las grandes fortalezas del sistema sanitario. Pero también, lamenta, que a veces es una especialidad maltratada. “Hago lo que me gusta, pero no como me gusta”, resume, para denunciar la precariedad, la falta de tiempo, de estabilidad y de recursos que sufre la Atención Primaria. En el Día del Médico de Familia, que se celebra este lunes, 19 de mayo, Gutiérrez lanza un mensaje claro: es el momento de reformas profundas; de poner a la Atención Primaria en el centro; de cuidar a quienes cuidan... Porque sin una Atención Primaria fuerte, humana y digna, la sanidad pública pierde su raíz. Hace falta voluntad política, inversión y una mirada a largo plazo. No más parches, no más discursos vacíos, porque solo el compromiso real podrá evitar que la vocación se convierta en resignación.

Isabel, ¿qué mensaje lanzaría a los estudiantes que están empezando en facultades de Medicina para que se acerquen a la especialidad de Familia, que la conozcan, que sepan lo que es la Atención Primaria?

No soy objetiva, porque amo la Medicina de Familia y siempre he dicho que volvería a elegirla. Tengo siempre mi frase: hago lo que me gusta y no como me gusta. Me gusta el contacto con el paciente cuando entra por la puerta, su primera mirada, cómo se sienta, es lo que me dice y lo que no me dice, y me lo dice a través de su postura, o de sus expresiones no verbales. Eso todos los días me hace ir a la consulta. Me invitan a entrar en su vida y me cuentan cosas muy, personales. Además, muchas veces te tienden la mano y te piden ayuda, que les tranquilices, que les acompañes, que les alivies. Esta especialidad para mí es muy grande, con el respeto al resto de especialidades. Somos el médico de ese paciente y también de su familia. Pero está la parte negativa. Aunque, francamente, siempre utilizo el tiempo que necesito para cada paciente, cuando salgo a la sala de espera, les veo un poco contrariados por lo que tienen que esperar. Me parece que voy con prisas, que los pacientes también parece que van acelerados... ¿Y por qué? Por las interrupciones de la puerta, con un paciente preguntando; la puerta del enfermero que necesita resolver alguna cuestión y que tiene que preguntarme, el teléfono que suena muy a menudo. .. Esto es lo que no me gusta, esto es lo que me disgusta. No obstante, les digo a mis estudiantes de Medicina que esta especialidad es como la ven. Se van francamente impresionados porque no eran conscientes de cómo era. Me parece, vamos, como dicen los chavales de ahora, lo más.