Susana Martín /ICAL - El investigador Francisco Lorenzo-Martín, merecedor de una beca ERC Starting Grant
SALAMANCA - SANIDAD
Domingo, 14 de Septiembre de 2025

Talento joven contra el cáncer de colon

Javier A. Muñiz - El investigador Francisco Lorenzo-Martín obtiene una beca ERC Starting Grant valorada en 1,5 millones de euros para diseñar un avatar que permitirá el estudio del cáncer colorrectal con una precisión nunca conseguida hasta este momento

Capturar la arquitectura del tejido para replicar una suerte de avatar que permita trabajar sobre un modelo casi idéntico al cuerpo humano. En síntesis, es de lo que trata el proyecto ‘NEXT-CRC’, impulsado por el joven investigador Francisco Lorenzo-Martín, placentino de 35 años, y que se ha hecho acreedor de una beca ERC Starting Grant, que concede el Consejo Europeo de Investigación, dotada con 1,5 millones de euros, para liderar esta iniciativa, que revolucionará la personalización de la medicina en cáncer de colon, desde el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.

Aunque se centra en este tipo de tejido, la tecnología que Lorenzo-Martín pretende desarrollar podría tener distintas aplicaciones. En sus palabras, se trata de “secar la célula tal y como está en el paciente, fuera del paciente”. Según advierte, en declaraciones a Ical en el CIC, “es algo que se dice de manera simple, pero no es tan simple de realizar”. De hecho, hasta ahora no se había conseguido, por eso, “si uno quería trabajar con un tejido como este, realista, se iba un ratón”. ¿El problema”, sugiere el investigador, “un ratón no es un paciente”.

Alternativamente, el uso de las células externas, hasta ahora, era muy “artificioso”, es decir, carecía de similitud con el cuerpo humano porque la tecnología era limitada. “De unos pocos años a esta parte ha habido muchos desarrollos en lo que se denomina ingeniería de tejidos o bioingeniería, y esto es lo que ha abierto la puerta a esta posibilidad de hacer versiones en miniatura, en nuestro caso, pues de un colon que podemos mantener en el laboratorio durante mucho tiempo”, explica.

Medicina personalizada

Lo más interesante es que la complejidad de estos estructuras puede ser modificada a voluntad de los investigadores para recrear todos los componentes que forman parte de un tumor en pacientes, incluidas las células sanas de las que se ha originado el tumor, las propias células tumorales, y otras células presentes en el microambiente tumoral como células del sistema inmune o vascular. Además, son capaces de recrear la estructura histológica del tumor y tejido sano circundante, lo que los hace modelos únicos.

“El hecho de que sea una versión en miniatura de un tejido en particular implica no solo que tenga la forma correcta, por ejemplo, de nuestro colon. Aunque parezca un tubo, en realidad aparte de ser una forma cilíndrica, el tubo en sí tiene unas estructuras, unas imaginaciones que se denominan criptas, donde están las células madre. Esto es algo que era muy difícil de recapitular y ahora lo podemos hacer. No se trata de que sea un ‘totum revolutum’. Esta tecnología nos permite recapitular estos dos aspectos. Uno, la forma y dos, las células correctas en el sitio correcto”, resume el investigador.

En este sentido, gracias a las tecnologías avanzadas de bioingeniería este nuevo modelo permitirá estudiar en profundidad la evolución del cáncer y cómo afecta al sistema inmunitario que porta cada paciente. También serán capaces de monitorizar cómo responden todos los componentes “en tiempo real” tras la administración de distintos tipos de terapia. Por todo ello, estos nuevos modelos serán una “pieza esencial” para la implantación de la medicina personalizada y, más concretamente, en el diseño de terapias individualizadas y adaptadas a cada paciente. “La idea última de todo esto, que por supuesto hay un camino largo, es mejorar la tasa de éxito y reducir también los efectos secundarios de los tratamientos”, matiza.

Beca de prestigio

Con el objetivo de apoyar ideas científicas más brillantes que puedan suponer un avance disruptivo en su campo, las ERC Starting Grant son unas de las ayudas más prestigiosas y competitivas a nivel internacional. Esta financiación, que otorga el Consejo Europeo de Investigación, está dirigida específicamente a investigadores que comienzan su carrera, con trayectorias prometedoras y propuestas de investigación excelentes. En la última convocatoria, el doctor Lorenzo-Martín resultó seleccionado entre más de 3.900 solicitudes presentadas en toda Europa, lo que, para el ecosistema investigador de Salamanca, convierte este reconocimiento en un sello de excelencia internacional.

“Desde luego es un respaldo muy fuerte porque es una beca muy competitiva. Me parece que la tasa de éxito es del 12 por ciento de las solicitudes. Y aquí, en el contexto español, cambia completamente el tipo de investigación que uno puede hacer. Yo estoy, no puede ser de otra manera, muy agradecido a la financiación del Plan Nacional de Generación de Conocimiento, la pública que se recibe aquí en España. Pero es más que evidente, como denuncio yo y muchísimos otros investigadores, que es insuficiente para hacer investigación competitiva a nivel internacional. Por lo tanto, recibir esta ayuda de la ERC lo que permite es precisamente eso, hacer investigación de primerísimo nivel y competir y hacer cosas más interesantes”, reflexiona el investigador.

Financiación y ecosistema

En este sentido, critica que la diferencia de financiación respecto a otros países es “abrumadora”. “Hay países que están ligeramente peor que nosotros, otros igual, y otros que están mucho mejor. Esto depende de a qué quiere aspirar el sistema científico español. Si queremos estar en la cola o digamos en el vagón del medio, pues vamos bien, pero si queremos estar en la cabeza de la locomotora queda mucho por hacer. Toda ayuda es muy bienvenida. El plan nacional es una financiación que permite subsistir científicamente, pero desde luego no hacer investigación de vanguardia”, advierte, sugiriendo, en este sentido, que “al final, son cuestiones políticas y quizás lo que no revierte en voto a corto plazo no interesa tanto”.

No obstante, a nivel social, el investigador sí aprecia una evolución positiva en cuanto a concienciación. “Creo que se están haciendo cada vez más esfuerzos en comunicar lo importante que es la investigación, no solo la traslacional, que es muy fácil ver la relevancia de una investigación más aplicada que va a tratar un paciente, sino la básica, entender por qué ocurren ciertos procesos biológicos que son esos los que abren la puerta luego a hacer descubrimientos relevantes en la clínica”, añade.

Nacido en la localidad cacereña de Plasencia, el joven investigador realizó gran parte de su formación en Salamanca, doctorado incluido. Más tarde, pasó cinco años en la ciudad suiza de Lausana, donde estableció los cimientos de su carrera científica. “Salamanca es un enclave estratégico para hacer investigación y además así lo avalan los números. Me parece que todas las ERCs de Castilla León están aquí, salvo una o dos. Yo mismo tuve la libertad para elegir y decidí volver sabiendo lo que había. Principalmente, en el campo de la biomedicina. Está muy claro, por este círculo que tenemos aquí. Al fin y cabo, nosotros nos nutrimos de los estudiantes que salen de la universidad, y tener la relación con la parte clínica que aporta el Hospital pues le da un gran valor añadido”, concluye.